¡Vuelta con mi reutilizar! Mi Tía Alicia, proveedora de cosas bonitas, tía-madrina y consejera siempre se acuerda de mi y me regala cachivaches para que pueda hacer “mis cosas” como dice ella (Mil gracias por tus detalles). Hace unos días me mandó un par de cajas de cartón para que le diese una nueva imagen, así que este fin de semana me puse a ello. Vamos a ver dos formas distintas de hacerlo, vosotros elegís cual os gusta más.
Con nuestra mesa llena de materiales, comenzamos.
Para la primera opción necesitaremos: papel decorativo con adhesivo, regla, tijeras o guillotina para cortar y un lápiz para marcar.
Paso 1: Medimos las zonas que queramos forrar de la caja.
Paso 2: Hacemos un pequeño boceto, para que sea sencillo a la hora de cortar, montar y evitar errores.
Paso 3: Con lápiz y regla transladamos las medidas y el boceto a la parte trasera del papel.
Paso 4: Paramos a pensar 1 minutín para ver bien como lo vamos a hacer porque una vez que empezamos a pegar es difícil volver atrás sin dañar la caja.
Paso 5: Marcamos doblando por las guías que hicimos en el paso 3.
Paso 6: Con cuidadito y tranquilidad vamos pegando el papel.
Rápido y sencillo, aquí tenemos el resultado.
Para la segunda opción necesitaremos: cartulina, tijeras o guillotina para cortar, un lápiz para marcar, pintura, esponja con forma, un palito o trapo para estirar el papel, cola y pinceles.
*Seguiremos los pasos del 1 al 5 de la caja anterior, con la diferencia que el papel decorativo aquí es cartulina.
Paso 1: Tenemos la cartulina cortada a tamaño y marcada con dobleces cada parte de la tapa.
Paso 2: Pintamos con cola la parte central del papel.
Paso 3: Dejamos esperar unos segundos para que absorba. Y pegamos en la caja.
Paso 4: Una vez está fija la parte central de la caja, iremos pegando los laterales. Hasta conseguir que todo quede pegado. Para evitar bultos estiramos el papel con ayuda de un trapo o palo, así no quedarán excesos de cola.
Paso 5: Mojamos la esponja en pintura. En este caso fui pintándola con un pincel de esponja.
Paso 6: Fijamos la esponja en un punto de la caja que nos guste y la aplanamos un poquito de manera suave para dejar que salga la pintura. Retiramos la esponja con cuidado para no estropear el dibujo.
“Hogar dulce hogar”
Creo que es una buena manera de reutilizar esas cajas de regalos de estas navidades, a veces las guardamos por su forma pero no nos gusta demasiado el aspecto. Si tenemos cajas bonitas nos anima a tener las cosas organizadas, además siempre ponemos darle nuestro toque personal con la decoración o escribiendo algo para saber lo que llevan dentro, así es más fácil de identificar.
Comenzamos semana bien abrigaditos pero con muchas ganas. Nos leemos el próximo lunes.
Un abrazo.
*Escribo este post el domingo por la noche y está nevando, los coches y calles comienzan a verse blancos, a ver con qué nos sorprende mañana.