
El primer fin de semana de la cuarentena me entró, creo que como a muchos, el espíritu de la organización y con él, hice un repaso por mi armario. De ahí saqué algunas prendas para donar y otras que ya no podían aprovecharse para el uso que conocemos. Pero, ¿si damos otra función a nuestras prendas? Mirémoslas desde otra perspectiva.
En mi bolsa de retales guardaba una falda que me habían regalado en una de esas limpiezas de armario y que conservaba por lo bonita que era su tela.

Aquel domingo monté en la mesa de comedor del salón, un pequeño taller de costura. Necesité pocos materiales además de la falda:
- Tijeras.
- Alfileres.
- Cinta métrica.
- Marcador de tela. Para ello utilizo una pastilla de jabón.
- Máquina de coser. En su defecto, hilo y aguja.
Paso a paso

- Extendí la falda sobre la mesa con la tela al revés. En todo momentos, hasta los pasos finales, estaremos mirando y trabajando con la tela interior de la falda.
- Con ayuda de la cinta métrica y la pastilla de jabón, marqué la tela haciendo el dibujo de un rectángulo. Cuando tuve la forma hecha, lo señalé con alfileres.

- Con la máquina de coser repasé el dibujo haciendo una costura. Dejé libre, sin coser, un espacio para poder darle la vuelta y meterle el relleno. Este mismo paso, con paciencia y maña, se puede hacer cosiendo a mano.

- Corté la tela sobrante que estaba al rededor de mi costura, quedándome con esta forma tan extraña que veis en la imagen anterior. El pedazo de tela saliente es el remate para la apertura del cojín. El espacio que utilizaremos para dar la vuelta a la tela y poder rellenarlo. En casa no tenía botones y se me ocurrió hacer esta solución.

¿Preparados? ¡Estamos llegando al final!
- Por último, puse la tela del derecho y la parte sobrante del remate la coloqué en el interior del cojín para que no se viese las profundidades del mismo.

- No tenía relleno de cojín así que volví a recurrir a mi bolsa de retales. Lo rellené con camisetas viejas y pedazos de tela.
¡Lo tenemos!

Es sorprendentemente cómodo. Perfecto para la zona cervical o lumbar cuando me echo en la cama a leer. Le tengo especial cariño. Tener algo hecho por uno mismo siempre es muy satisfactorio.
¿Os animáis a buscar en vuestro armario alguna prenda que ya no uséis y darle una segunda vida?