Remolonear entre sábanas; dar vueltas en sueños imposibles sabiendo que hoy el reloj no es el dueño de tu tiempo.
Terminas abriendo los ojos por la luz perezosa que entra a través de la ventana . Te estiras tomando consciencia de cada parte de tu cuerpo mientras haces ruiditos inconscientes. Por fin te levantas y caminas con los ojos entre abiertos a la cocina.
Calientas agua y echas algo de té; lo sirves en una taza bonita porque piensas que va a saber mejor.
Te pones el abrigo porque has tenido la genial idea de desayunar en la terraza en pleno Diciembre, pero para una mañana que decides mimarte, quieres ponerte melancólica y respirar aire fresco. Aún es pronto, no hay ruido en la calle y el sol no está alto, el té calienta las manos frías como aquella mañana.
En cada sorbito agradeces ese momento tan tuyo, tranquilo y sereno; acompañado de mil ideas, de querer hacer… Te pones profunda y comienzas a escribir lo primero que te viene a la cabeza porque te relaja y disfrutas. Mil tachones después te quedas con dos frases y las lees en susurros para ver como suenan. En todo ese proceso haces un sobre esfuerzo por no ponerte con las famosas listas de “cosas por hacer” pero hoy no, te convences de que ese ratito es para ti.
Cuando te quieres dar cuenta la tetera está vacía y tú más fresca que una lechuga, dispuesta a comenzar la semana con las pilas bien cargadas.
Mañana mimosa que anima a escribir misticadas.
Feliz lunes frío de otoño.
Mmmmm me encanta este post y esos ratitos de mimarte,de respirar tranquila de apreciar un té calentito mientras el sol te baña.Besos mi linda
Eso es, momento para disfrutar y apreciar sin mirar el reloj; un gustazo.
Mil gracias, besos.
Preciosos y maravillosos esos pequeños momentos. Feliz lunes!
¡Gracias Babota! Compartimos muchos de esos pequeños momentos improvisados, mil gracias.