Cerrar los ojos.
Escuchar el sonido del mar.
Respirar profundo.
Sentir la brisa y la arena húmeda en los pies.
Cuando el sol ya está bajando, la luz es tenue y la temperatura hace que me cubra los hombros.
La playa prácticamente desértica, a unos metros parece haber alguien pero tengo la sensación que estamos solos y el tiempo se para.
Levantar la mirada, mirar a mi lado y ver una complicidad tremenda en sus ojos. Me llena de felicidad el hecho de compartir aquel momento con él.
Sonreír porque sí.
Saltar hasta tocar las nubes, sentarnos en la toalla, charlar y conocer más el uno del otro.
Hablar de mil temas para intentar arreglar el mundo.
Encontrar un rastrillo de juguete en la arena y guardarlo como amuleto.
Soplar la vela de cumpleaños y pedir tres deseos.
Tirar una piedra al mar, recordando a aquellos que ya no están pero que siguen viviendo en nuestro corazón.
Andrea, qué suerte tenemos por querer compartir con nosotros esos momentos tan especiales y tan tuyos; cada detalle, cada foto, cada sentimiento…
Hermoso, como tu, por dentro y por fuera.
Besitos
Que suerte tendo yo de tener a unos lectores tan estupendos, que me dicen cosas preciosas y me emocionan.
Me alegra tanto que te guste…Mil gracias. Muchos besos.
Preciosas fotos Andrea y gracias por compartir tus sensaciones y sentimientos con nosotros…
Qué post tan bonito… gracias por compartir un momento tan especial
Precioso!!!! Las fotos geniales. Siéntete muy orgullosa de lo que haces. Es genial!!!! Un beso muy fuerte, sigue así, conseguirás lo que te propongas
Tata que bonitoo ^^ me encanta este post!!!
Las fotos son una pasada, la de la vela es preciosisima!!
Te quiero