Con el otoño, llega el momento de inundar de calabazas las fruterías; diferentes tamaños, colores, texturas y formas. No precisamente para hacer purés; es el espíritu de Halloween quien llama a estos comercios.
Las calabazas que os voy a mostrar no son terroríficas ni sirven para iluminar la entrada de casa con una vela en su interior. Son calabazas decoradas de una manera diferente para dar la bienvenida al otoño y dedicarle un rinconcito en nuestro hogar.
Este tutorial me recuenta al que preparé hace ya tres años para Calabazastudio, podéis cotillearlo aquí. Durante unos meses colaboré con este bonito equipo en el Proyecto Escaparate, una plataforma creada para emprendedores y pequeñas empresas con el fin de mostrar al mundo su trabajo. Recuerdo la ilusión que me hizo leer esta propuesta a través de aquel mensaje de Instagram, gracias por darme la oportunidad Sil, fue un placer.
Vamos con el paso a paso, decoraremos dos calabazas.
Número uno. Calabaza floral.
Estoy convencida de haber transmitido, en algún momento, mi amor por las flores, el campo, la naturaleza… De hecho, hay momentos que puedo resultar empalagosa al escucharme hablar con pasión de ello. Cuando comencé con esta calabaza no tenía claro qué hacer pero sí qué materiales utilizar.
Materiales
- Calabaza
- Pistola de silicona caliente
- Silicona
- Flores, hojas y pequeñas ramas secas
Paso a paso
Separé un ramillete de flores para poder manejarlas mejor y así formar una especie de pompón.
Sobre esa base (entre nosotros llamémosle pompón floral que suena bonito) fui apoyando y superponiendo diferentes hojas; uniéndolas con silicona caliente.
Por último, rematé con una pequeña ramita que es, a mi parecer, lo que le da personalidad. Este detalle es similar a la hoja de perejil sobre un montoncito de arroz cocido, ese pequeño gesto que marca la diferencia.
Número uno. Calabaza antigua.
Debo confesar que no sabía qué hacer con esta calabaza, cómo decorarla. Sin más, me dejé llevar.
Materiales
- Calabaza
- Pintura acrílica
- Pinceles
- Lija de grano fino
Paso a paso
Con pintura acrílica blanca, apliqué una capa irregular en toda la superficie de la calabaza.
Dejé que la pintura secara durante una hora aproximadamente.
Con una lija de grano fino recorrí esa capa de pintura, eliminando pequeños trocitos. Tened cuidado para no llegar al interior de la calabaza, tenés que quitar parte de la pintura pero conservar la piel intacta.
Siguiendo estos sencillos pasos, conseguimos que recuerde a los muebles antigüos con efecto decapado, la pintura desgastada e irregular.
En la siguiente foto veréis una tercera calabaza que en un principio iba a quedar natural porque me parecía preciosa por sí sola pero en el último momento le dibujé unos puntitos en algunas zonas.
Arya esperó paciente, tumbada en el suelo de la habitación, hasta que estas calabazas estuviesen listas para fotografiar. En cuanto tuvo oportunidad metió el hocico a cotillar.
Gracias por leer este momento.
Me encantan tus calabazas y me encantas tú ……Cobaltina esta muy guapa!!
¡Tú si que me encantas! Muchísimas gracias, mami.