Los pequeños toques que se le dan a una casa la hacen tuya, hacen que sientas que es tu hogar y te identifica.
Llevaba viendo meses ese felpudo que no decía nada que era como otro cualquiera y que además
tenía una raja importante así que había que cambiarlo. Compré uno pensando en plasmar algo que identificase a los habitantes de la casa, debía ser sencillo de pintar y de un material de toda la vida por mi empeño en lo bonito de las tradiciones.
Materiales
- Felpudo
- Pintura acrílica
- Pincel redondo
- Patata
¿Cómo lo hacemos?
1 · Debemos elegir una palabra o conjunto de ellas que nos identifique y queramos plasmar para dar la bienvenida a nuestro hogar dulce hogar.
2 · Mirando el felpudo, calculamos cuanto nos va ocupar lo que vamos a escribir con la pintura. Si lo veis necesario podéis marcar con tiza las letras o los extremos con cita de carrocero. En mi caso me arriesgué y lo fui haciendo a ojo, con algo de miedito por si metía la pata.
Mojamos el pincel con bastante pintura y dibujamos las letras a toquecitos, dando pequeños golpes mientras formamos la palabra. No os agobiéis si el felpudo no absorbe bien la pintura, repetid la letra hasta que os quede definida.
3 · Para añadir algunos detalles vamos a estampar distintas formas. Tomamos una patata limpia y tallamos con un cuchillo la forma que queramos. En mi caso eran casitas con formas distintas para simular los tres miembros de la familia.
4 · Empapamos la patata en pintura y presionamos en el felpudo. Fue necesario repetir este paso varias veces hasta que quedó fijo. Incluso podéis rellenar con el pincel una vez hayáis marcado la forma que queráis, os puede ayudar. Para terminar hice unos puntitos debajo de la composición de las casas.
5 · Sonríe, hemos terminado y tienes un felpudo único, hecho con tus manitas.
Cada vez que vayas a girar la llave para entrar en casa y se te escape la mirada hacia tus pies te llenarás de una sensación bonita.
Los pequeños detalles componen cosas grandes, haz de tu casa un hogar.
comments title