Primer cumpleaños

¿Preparados? Vamos a pedir un deseo y a soplar la vela de la tarta. ¡Cumplimos un año!

Mi cobalto se ha ido formando con el tiempo y las ganas por plasmar la esencia de los pequeños momentos.

Desde chiquitita me ha gustado escribir, era una manera de contar lo que se movía en mi cabeza. Cuando fui creciendo comenzó a llamarme la atención la fotografía por la curiosidad que me había transmitido siempre mi Padre y poco a poco fui investigando. De mi madre me viene la vena de liarme la manta a la cabeza y montar un sarao para disfrutar un ratito. Mis abuelas me inculcaron lo bonito de  hacer las cosas por uno mismo. De mis abuelos, la importancia de una sonrisa y la fortaleza de seguir adelante pese a las adversidades.

Mi familia me ha dado los pilares de lo que soy.

Tengo la suerte de tener un estupendo compañero de viaje que se une a mi empeño por disfrutar de lo pequeño, único y especial de la vida. Cuento con personas que se han ido convirtiendo en familia y me aportan visiones muy distintas de un mismo mundo.

Todo ello es Mi cobalto.

Estoy nerviosa, hasta me duele el estómago pero no paro de sonreír. Parece mentira cómo un espacio tan chiquitín puede llenarte tanto.

En un día como el de hoy no puede faltar una tarta así que voy en busca de delantal y me pongo en modo cocinillas.

Gran parte de mi familia se dedica a la panadería y pastelería así que le pedí receta a mi tía Raquel que tiene una mano increíble para el dulce. Le dije que fuese algo sencillo y que el resultado estuviese de lujo. Cuando me pasó la receta salivaba fantaseando lo rica que podría estar, imaginaos lo que he disfrutado de mi porción una vez estaba hecha.

Muy sencillo.

Tarta de limón y leche condensada

Ingredientes:

· Limones (Entre 2-5, ver especificación en paso número 5)

· Bote de leche condensada (Proporciones en el paso número 5)

. Galletas tipo “María”

· Mantequilla

Paso a paso:

1. Picamos las galletas. Yo utilicé un baso batidor, es cómodo y muy rápido. Pero si no dispones de él se me ocurren dos maneras de hacerlo: con ayuda de un mortero o poner las galletas entre dos paños y pasas un rodillo por encima.

2. Calentamos la mantequilla hasta que de derrita.

3. Mezclamos la mantequilla con la galleta picada hasta conseguir una pasta. La mantequilla dependerá de la cantidad de galleta que utilices. Yo usé medio paquete de galletas y fui vertiendo la mantequilla poco a poco hasta que quedó la consistencia que veis en la foto.

4. Cubrir el fondo de un molde con la mezcla anterior haciendo presión con una espátula para que quede la base compacta. Lo reservamos.

5. Exprimimos el zumo de los limones.

*La proporción original que ponía en la receta era zumo de 5 limones para 500 gr. de leche condensada. Yo utilicé un bote de 370gr. y tan solo el zumo de 2 limones. Para mi gusto sabía bastante a limón, aunque según la jefa pastelera era como tenía que ser. Mi consejo: Cuando vayáis mezclando el zumo con la leche id probando hasta que os guste el sabor.

6. Sobre un cuenco volcamos el bote de leche condensada y añadimos el zumo de los limones. Lo vamos incorporando hasta que veamos que la mezcla es homogénea. 

7. Volcamos la mezcla en el molde de nuestra tarta, sobre la base de galleta y metemos al frigorífico para que se enfríe y tome consistencia. La dejaremos allí unas dos horas.

Puede que dudes sobre la consistencia del relleno pero los limones a parte de darle un sabor muy rico van a hacer que la leche condensada se “corte” y cuaje, quedando una textura sólida.

Ahora solo queda desmoldarla y disfrutarla.

Gracias a los que aparecieron para soplar la vela conmigo y juntos pedir un buen deseo.