Por petición popular fuimos a pasar la mañana del domingo al Rastro. Un lugar donde perderte entre sus antigüedades, libros de segunda mano, ropa del año de la tana e infinidades de cacharros curiosos.
Ribera de Curtidores y alrededores se visten con decenas de puestecitos, mucha gente y ambiente animado. Se escucha el regateo, las voces de los comerciantes al gritar sus ofertas y el murmullo de los visitantes. Sin duda, un momento para disfrutar contemplando.
Rastro madrileño donde lo pequeño adquiere valor.
Rastro madrileño alegre y risueño, cuadro de color.
Viejas ilusiones entre tus pregones encuentran el fin.
Romántica estampa del cuento y la trampa de todo Madrid.
Olga Ramos
Antes de irnos paramos en un puesto de cactus. Había de toda clase y tamaño, a gusto de cada uno. Cuando fui a pagarlos pregunté por su cuidado, dadas mis anteriores catástrofes con las plantas tenía que volver a intentarlo siguiendo cada uno de los pasos que me dijesen. El señor que nos atendía me dijo compadeciéndose «Si a ti se te mueren los cactus es porque les echas mucha agua, te lo aseguro.» Respondí asintiendo con la misma cara de pena con la que él me mirada mientras mi amorcín contemplaba la escena burlón.
Yo guardaba en el altillo del armario de mi habitación un par de latas pequeñitas de «Coca·Cola» para una futura manualidad. Cuando vi los cactus pensé que había llegado el momento de utilizarlas así que decidí comprar un par de ellos y esa misma tarde me puse a hacer lo que tenía en mente.
De lata de «Coca·Cola» a macetero para cactus
Materiales:
· Latas de refresco.
*En mi caso son de un tamaño inferior a las habituales porque las guardé de un vuelo que hice este verano. En algunas compañías de vuelo tienen la buena costumbre de dar un aperitivo y de ahí saqué mis latas.
· Abrelatas.
· Papel lija.
· Pincel.
· Pintura y brocha.
*Utilicé «Chalk paint».
· Cactus.
*Nuestros protagonistas de hoy.
Paso a paso:
1· Con cuidado vamos abriendo con un abrelatas la parte superior de la lata, es decir, quitaremos la zona por la que bebemos.
2· Con papel lija raspamos las zonas que han quedado puntiagudas para evitar cortarnos.
3· Pintamos el exterior de las latas hasta conseguir cubrir la imagen de «Coca·Cola». Tuve que pintar tres capas hasta que lo logré así que paciencia y a dejar que se seque bien.
4· Una vez la pintura está seca comenzamos el transplante de cactus. Metemos un par de piedras en el fondo de la lata para que el agua no se quede estancada en la tierra y baje a la zona de las piedras, así evitamos que se encharque nuestro cactus.
5· Por último, sacamos nuestra plantita del macetero original (Con el que venía del puesto) con mucho cuidado, despacio, para que no se rompa ninguna raíz. Con el mismo mimo lo metemos en nuestro macetero-lata y si lo necesitamos añadimos un poquito de tierra.
Según lo que me enseñó «El señor de los cactus»:
- No regar hasta diez días después del transplante. Pasados esos días, encharcar bien la tierra.
- No se debe transplantar en extremos de frío y calor.
- La tierra debe ser arenosa. Puedes mezclar una parte de arena de río con dos partes de las tierras que hayas elegido.
- Riegos abundantes pero distanciados.
- Regla general: en los meses de calor regar una vez al mes y en los de frío cada tres meses.
- Regla infalible ante la duda: meter un palillo en la tierra. Si sale seco deberíamos regar si por el contrario sale húmedo tendremos que esperarnos hasta que salga seco.
* Podeis encontrar este puesto en la calle Carlos Arniches, 27-29. Todos los domingos en el Rastro de Madrid. Su nombre es Julio Cactus.
La semana pasada, de camino al trabajo, iba leyendo el blog Simpletybs y su entrada «Cómo cuidar a tus suculentas» me hizo reírme y sentirme muy identificada. Si sois como nosotras entenderéis la frustración que se siente al ver cómo no sobrevive ni una sola planta a tu cargo. Espero que estos cactus me duren un tiempito, seguiré informando.
Que idea mas chula
¡Mil gracias! Por ahora he conseguido que sigan presumiendo bonitos en la ventana del salón.
Ay! Gracias, gracias, gracias:
* por hacer pingback a mi post (que sofisticado el nombre, no?; pues así dice WordPress que se llama)
*por hacerme sentir que no soy la única con prontuario delictivo que está en rehabilitación: Vamos, que sí lo lograremos, tengo fe, quiero creer! XD
*por hacer de doble espía y sacarle información al vendedor de cactus, ya mismo, hago un «pingback de vuelta» (este ya me lo he inventado yo) y te nombro en el post, porque estos consejos son información vital… además el DIY de la maceta, me encanta!
Me quedo por tu blog, un ratito más, si no te importa!
Un besote gigante!
🙂
*
Hola bonita, ¡Qué ilusión tu comentario!
Me alegro mucho que te gusten mis explicaciones varias sobre la supervivencia de los cactus 🙂 Yo también creo que esta vez lo conseguiremos. De verdad, con tu post no paraba de reír, calcabas a la perfección mi frustración por no poder mantener con vida a una plantita más de unos días.
Muchas gracias por los pingback de ida, de vuelta o como se llamen estas nuevas maneras de compartir información.
¿Que si me importa que te quedes por mi blog un ratito? Estoy más que encantada, muchas gracias. Visitaré a menudo el tuyo porque escribes cositas muy interesante.
Un beso grande para ti también, buen miércoles.